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Esta guía está dirigida a investigadores de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM) que desean publicar en revistas científicas indexadas. Presentamos recomendaciones críticas y prácticas desde la etapa previa a la redacción hasta las acciones posteriores a la publicación, con énfasis en aspectos éticos, de visibilidad y buenas prácticas.
Contar con una base bibliográfica sólida y bien gestionada es esencial para construir una investigación académica rigurosa. Desde las primeras etapas de tu trabajo, asegúrate de revisar y seleccionar fuentes actualizadas, relevantes y de calidad.
Recomendaciones clave:
Utiliza un gestor bibliográfico como Zotero o Mendeley desde el inicio de tu investigación. Esto te permitirá organizar las referencias, evitar omisiones y aplicar automáticamente el estilo de citación que exige cada revista.
Recuerda:
Identificar desde el inicio una revista científica potencial es una estrategia clave que permite alinear la redacción del manuscrito con la temática, el enfoque y las expectativas editoriales de la publicación.
Mientras más temprano tomes esta decisión, idealmente en las primeras etapas de redacción, mayores serán las posibilidades de que tu artículo cumpla con los criterios formales y temáticos exigidos.
Recomendamos considerar los siguientes criterios para tomar una decisión informada:
Alcance temático y tipo de artículos que publica.
Indexación en bases como Scopus, Web of Science, DOAJ, entre otras.
Tiempo promedio de evaluación y publicación.
Política sobre el uso de preprints.
Revisión por pares y transparencia editorial.
Costos de publicación (APC) y opciones de acceso abierto.
Normas éticas y disponibilidad de plantillas o guías para autores.
Recuerda que desde la Biblioteca podemos acompañarte en este proceso:
El título es la primera información que se presenta a los lectores y evaluadores de tu trabajo, por lo que debe ser claro, informativo y atractivo. Un buen título mejora la visibilidad del artículo y facilita su recuperación en bases de datos.
¿Cuándo escribirlo?: Redacta el título definitivo al finalizar el manuscrito, cuando tengas claridad sobre el problema investigado, los objetivos y los principales hallazgos. Esto permitirá que el título refleje con precisión el contenido del artículo.
Genera interés en el tema: El título debe captar la atención e informar sobre lo principal que se encontró en el estudio. Evita títulos vagos, demasiado generales o redundantes.
Límite de palabras: En promedio, un título debe tener entre 15 y 20 palabras. Algunos editores limitan el número de caracteres, por lo que es importante verificar esta información en las instrucciones para autores.
Uso de palabras clave: Incluye términos específicos relacionados con tu tema. Esto facilita que el artículo sea encontrado por motores de búsqueda, lectores interesados y sistemas de indexación.
Evita incluir: Ecuaciones, jergas técnicas, exceso de preposiciones, siglas o abreviaturas poco reconocidas. La claridad es más importante que la sofisticación.
El resumen es uno de los elementos más leídos de un artículo científico. Es una síntesis clara y precisa del contenido del artículo siendo uno de los primeros elementos que leen los evaluadores y lectores potenciales, por lo que debe redactarse con especial cuidado.
Modo de escritura: Debe redactarse en tercera persona y con un estilo impersonal, objetivo y claro. Se recomienda evitar expresiones valorativas o poco precisas (como “importante”, “interesante”, “muy relevante”) si no están respaldadas por evidencia.
Estructura: La comunidad científica ha adoptado el formato IMRyD:

Importancia para la indexación: El resumen es utilizado por sistemas de bibliotecas, bases de datos, repositorios y motores de búsqueda académicos para indexar el artículo, por lo que su calidad incide directamente en la visibilidad del trabajo.
Las palabras clave son elementos estratégicos que complementan el título y el resumen. Su función principal es facilitar la indexación y recuperación del artículo en bases de datos, motores de búsqueda académicos y sistemas de referencia bibliográfica. Elegirlas correctamente mejora la visibilidad de la publicación y aumenta las posibilidades de que sea consultada y citada.
Cantidad recomendada: Entre tres y seis palabras clave, seleccionadas en función del contenido temático del manuscrito. Deben estar estrechamente vinculadas con el objeto de estudio, la metodología o el enfoque teórico utilizado.
Uso de tesauros y vocabularios controlados: Siempre que sea posible, elige términos reconocidos por la comunidad científica a través de tesauros especializados o vocabularios normalizados. Esto asegura una mayor coherencia terminológica y facilita la indexación automática en sistemas que utilizan estas herramientas. Algunos ejemplos recomendados son: Tesauro de la UNESCO, ERIC Thesaurus (educación), OECD Macrothesaurus (ciencias sociales y económicas).
Orden y formato: Organiza las palabras clave en orden decreciente de relevancia y sepáralas por punto y coma (;), salvo que la revista indique otro criterio. Puedes incluir términos simples o combinaciones de dos o más palabras, siempre que mantengan claridad y precisión conceptual (por ejemplo: “ética de la investigación”, “desigualdad educativa”).
Evita:

Desde el inicio del trabajo de investigación, es fundamental definir con claridad quiénes serán los autores del manuscrito, el orden en que aparecerán y las funciones que cada uno desempeñará. Según los principios establecidos por el Committee on Publication Ethics (COPE), solo debe figurar como autor quien haya contribuido de forma real al estudio —en la formulación de la idea, el desarrollo metodológico, el análisis de resultados o la redacción del texto— y pueda asumir responsabilidad pública sobre su contenido.
Para transparentar las contribuciones individuales, muchas revistas solicitan el uso de la taxonomía CRediT (Contributor Roles Taxonomy), que permite especificar de manera explícita los roles de cada autor o autora (por ejemplo: conceptualización, curación de datos, análisis formal, supervisión o redacción).
Aunque no existe una regla única sobre el orden de autoría, suelen seguirse ciertas convenciones:

Ejemplo: 
Evita abreviaturas o variantes personales que no correspondan con la denominación reconocida por la universidad. El uso de una filiación estandarizada facilita el correcto reconocimiento de la producción científica de la UARM en bases de datos académicas, índices bibliométricos y rankings internacionales.
También se recomienda utilizar el correo institucional como dirección de contacto, especialmente si se asume el rol de autor de correspondencia. Esto refuerza la vinculación con la universidad ante editores, lectores y sistemas de indexación.
La forma en que firmas tus publicaciones científicas tiene un impacto directo en la identificación, agrupación y medición de tu producción académica. Firmar de manera inconsistente puede generar perfiles duplicados, pérdida de citas y dispersión de tus indicadores de impacto.
En el contexto de revistas indexadas en bases de datos como Scopus, Web of Science, Crossref, se recomienda adoptar una forma estandarizada y tecnológicamente legible que evite ambigüedades en la identificación del autor.
Recomendación principal:
Usa siempre tu nombre completo seguido de tus apellidos unidos por guión.
Este formato asegura que tus dos apellidos sean tratados como una sola unidad y no como nombres intermedios o apellidos separados.
Formato recomendado:

¿Por qué se recomienda el uso del guión?
Los sistemas editoriales internacionales y las bases de datos académicas no siempre reconocen los dos apellidos hispánicos como una unidad. El guión le indica al sistema que ambos términos forman un solo apellido compuesto, evitando errores como:
Indexación del apellido materno como apellido principal.
Fragmentación del nombre en distintos perfiles.
Pérdida de citas al no vincular adecuadamente las publicaciones.
Buenas prácticas complementarias:
Mantén la misma firma en todas tus publicaciones, congresos, ponencias, perfiles académicos y redes científicas.
Revisa cómo aparece tu nombre en bases como Scopus, Google Académico, Crossref y solicita correcciones si es necesario.
En ORCID, registra tu nombre oficial con guión y añade variantes anteriores (sin guión) como sinónimos si ya fueron usadas.
Evita inconsistencias como:

Difundir un manuscrito como preprint es una práctica cada vez más común en la comunicación científica. Un preprint es una versión preliminar del artículo, aún no revisada por pares, que se publica en línea para recibir retroalimentación temprana, establecer precedencia intelectual y aumentar su visibilidad.
¿Qué debes tener en cuenta?
Antes de subir tu manuscrito como preprint, asegúrate de que la revista a la que planeas enviarlo lo permita. Revisa sus políticas editoriales o consulta el directorio Sherpa/Romeo.
Usa servidores reconocidos, como: SciELO Preprints, SocArXiv (ciencias sociales), SSRN (ciencias sociales, economía, derecho), OSF Preprints
Incluye una nota aclaratoria en el preprint indicando que el artículo aún no ha sido revisado.
Si vas a citar un preprint, hazlo correctamente, mencionando su DOI o enlace permanente y señalando su condición de versión preliminar.
Verifica si el preprint puede permanecer en línea una vez aceptado el artículo por la revista.
El uso de herramientas de inteligencia artificial en la investigación y redacción académica, como asistentes de escritura, generadores de resúmenes, verificadores gramaticales o plataformas de análisis de literatura, se ha vuelto cada vez más común. Sin embargo, su utilización debe ser transparente, ética y técnicamente controlada.
¿Qué tipo de herramientas están en uso?

Buenas prácticas para el uso ético de IA en la publicación
Transparencia: Si se ha utilizado alguna herramienta de IA para redactar parte del texto (por ejemplo, resumen, introducción, reformulación de párrafos), es importante declararlo explícitamente en el manuscrito, siguiendo las políticas editoriales de la revista.
Responsabilidad humana: La IA no puede figurar como autor ni corresponsal. De acuerdo con COPE, ICMJE y otras entidades, la autoría implica responsabilidad intelectual, ética y legal, algo que una IA no puede asumir.
Validación del contenido: Nunca se debe utilizar contenido generado por IA sin verificarlo rigurosamente. Estas herramientas pueden producir errores fácticos, citas falsas o interpretaciones erróneas. La responsabilidad sobre la precisión del texto es íntegramente del autor humano.
Respeto por las normas editoriales: Algunas revistas tienen políticas explícitas sobre el uso de IA. Se debe revisar las políticas editoriales y éticas de la revista o instrucciones para autores antes de utilizar la IA en cualquier parte del manuscrito. En ciertos casos, su uso puede estar prohibido o condicionado.
Uso como herramienta de apoyo, no como generador de conocimiento: La IA puede asistir, pero no sustituir la argumentación académica, el análisis crítico ni la producción de datos originales. Su función debe ser complementaria, no central.
